En este momento de tribulación, agradezco a familiares y amigos por las expresiones de solidaridad y afecto vertidas a mi persona como a mi esposa e hijos, esta irremediable pérdida tiene el consuelo de saber que mi madre estará amándonos y velando por todos allí en el cielo eterno donde están quienes aman a la humanidad.
Fue una abnegada madre, cariñosa abuelita y amada tía, hija de Arturo Bonifacio Manrique y Rosa Elena Manrique Rivera.
Paz en su tumba, que de la gloria de Dios goce y que vuelva a nacer en una familia de más Luz.
Gracias amigos.
BIENVENIDOS
Este espacio pertenece a Pablo, Susana, Javier y Juan Pablo Aranda Valda, le mostraremos nuestra actividad permanente con la ilusión de ingresar a sus hogares por la red, para recordar nuestros momentos felices cuando estamos junto a ustedes.
sábado, 8 de mayo de 2010
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